miércoles, 7 de octubre de 2009

Conociendo a: Wayne Gretzky


El mejor jugador de hockey sobre hielo de toda la historia. Este canadiense posee todos los récords estadísticos existentes de la NHL (la liga profesional norteamericana). Su número el 99.


La historia de Wayne Gretzky es la historia de un niño precoz. Un niño que daba pasos agigantados sobre el hielo y comenzó a batir récords desde muy joven. Nacido en Ontario, Canadá, Gretzky comenzó a patinar antes de cumplir los tres años de edad. Poco tiempo después, su padre construyó una pequeña pista de hielo en el jardín de casa, donde el pequeño Wayne pasó muchísimas horas de su infancia. A veces dejaba de patinar para que su padre le calentara los dedos de los pies delante de la chimenea, y luego volvía a patinar. Fue en aquellos años cuando aprendió que jugar a hockey sobre hielo era simplemente un placer, una actitud que le ayudó posteriormente a batir muchos récords.


Gretzky siempre fue un paso por delante que los demás. Así, a los seis años, empezó a jugar con niños de diez años en los Nadfrosky Steelers.

En su primer año tan solo metió un gol. Pero en la temporada siguiente ya llegó hasta los 27, y al cabo de cuatro años alcanzó unos increíbles 378 goles. Con tan solo once años, un periódico local ya se avanzó a los tiempos que vendrían y apodó al joven canadiense como "el Gran Gretzky". En 1972, el joven Wayne acudió a una cena que le marcaría para siempre. Allí conoció al mítico Gordie Howe, con quien más tarde tendría una gran amistad. Howe, una leyenda del hockey sobre hielo, le dio unos consejos que le ayudarían mucho. A los trece años, Gretzky ya había logrado más de 1000 goles, pero no todo eran alegrías. Como jugaba con niños mayores, su superioridad levantó muchas ampollas y provocó muchas envidias entre sus rivales. Durante los partidos, le amenazaban y los padres de otros jugadores le insultaban. Muchos días Gretzky llegaba a casa llorando.


A los 16 años, se fue a jugar un liga júnior en Toronto, donde la media de edad de sus rivales y compañeros era de 20 años. Acabó jugando en las filas del Sault St. Marie. Pidió lucir el número 9 en su camiseta, el mismo con el que pasó a la historia su ídolo, Gordie Howe, pero ya estaba ocupado. Su entrenador le propuso doblar el 9 y lucir el 99. Dicho y hecho. El 99 se convirtió así en su dorsal definitivo. Un número que pasaría a la historia. En su primer año con su nuevo equipo. Gretzky batió todos los récords de goles, asistencias y puntos de un novato. Sus compañeros comenzaron a llamarle "Ink" (tinta) por la cantidad de artículos que empezaban a escribirse sobre él. A los 17 años decidió convertirse en jugador profesional de hockey y fichó por los Indianapolis Racers. Pero en seguida fue traspasado a los Edmonton Oilers, donde se haría un hueco en la historia del hockey sobre hielo y del deporte.


En su primera temporada (1978-79) ya fue nombrado novato del año sin discusión, después de lograr hasta 110 puntos. En la temporada siguiente se unificaron las distintas ligas regionales de hockey y todas entraron a formar parte de la NHL. Gretzky consiguió su primer punto en el primer partido de la temporada y su primer gol llegaría dos partidos más tarde ante los Vancouver Canucks. El canadiense acabaría la temporada con 137 puntos, ganando el primero de sus ocho consecutivos trofeos al jugador más valioso de la temporada. A nivel personal, aquellas ocho temporadas consagraron a Gretzky como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sino el mejor. Promedió 192 puntos por temporada, una brutalidad, y batió decenas de récords. Metió 50 goles en 39 partidos, batió la marca de goles conseguidos en temporada regular con 92, mantuvo una racha de 51 partidos seguidos anotando, y muchos otros más. Además, en ese período condujo a unos Oilers que llegaron a cinco finales, logrando cuatro Stanley Cups.


En 1988, tras ganar su cuarto título, Gretzky era ya una de las personalidades más influyentes de su país. En el mes de julio se casó con la actriz y modelo Janet Jones. La ceremonia fue bautizada como la Boda Real de Canadá. Asistieron más de 700 invitados y los novios contrajeron matrimonio en la iglesia católica más grande Edmonton. Muchas personalidades acudieron al evento. Entre ellas: Gordie Howe, el portero soviético Vladislav Tretiak y el actor Alan Thicke. Pero su vida daría un cambio radical en agosto. Los negocios del propietario de los Oilers, Peter Pocklington, no iban demasiado bien, así que decidió traspasarle a Los Angeles Kings. A cambio, recibió un "pack" de varios jugadores y quince millones de dólares. La afición de Edmonton se echó a la calle desesperada e indignada. Cargó duramente contra Pocklington y escribió innumerables cartas al Gobierno canadiense para que vetara el traspaso pero todo el esfuerzo fue inútil. Gretzky era ya jugador de los Kings. En la rueda de prensa de despedida, el ya ex jugador de los Oilers fue incapaz de acabar ninguna frase. Con lágrimas en la cara, tuvo que levantarse e irse. Aquel día cambió el panorama de la NHL para siempre. La llegada de Gretzky a Los Angeles desató una auténtica locura. Hasta su llegada, los Kings apenas promediaban un aforo de diez mil personas como locales. Con Gretzky colgaron el cartel de "no hay billetes" en todos sus partidos. Además, el éxito de un deporte como el hockey hielo en una ciudad tan cálida como es Los Ángeles abrió la puerta para que otras franquicias nacieran a lo largo del llamado "Cinturón del sol" americano. Así, nuevos equipos aparecieron en Arizona, Calfornia, Texas o Florida. Hasta entonces, el hockey hielo era "propiedad" de los estados del norte y Canadá.


A nivel personal, Gretzky garantizó un salto de calidad a su equipò y lo condujo hasta los playoffs. En su primer partido de vuelta a Edmonton, recibió una ovación de más de cinco minutos con todo el pabellón puesto en pie. Fue muy emocionante. En sus cinco años como jugador de los Kings, batió muchos otros récords y condujo a los Kings a la única final de su historia. No hubo suerte y los californianos cedieron en cinco partidos ante los Montreal Canadians.Sus últimos tres años en activo los jugó en los New York Rangers. Fueron tres años de altibajos, en los que combinó grandes actuaciones a nivel personal que no se correspondieron con un buen juego de equipo. Finalmente, el 18 de abril de 1999, Gretzky jugaba el último partido de su carrera. Fue en el Madison Square Garden. Atrás quedaban 61 récords de la NHL y su leyenda.


Meses más tarde, entraría por la puerta grande en el "Hall of Fame" y la NHL adoptó una medida única. Retiró su número, el 99, de todos los equipos de la liga. Así, nadie podrá volver a lucir nunca más ese dorsal. A partir de entonces, en el mundo del póker, cuando uno tiene un par de nueves se le llama un "Gretzky". En Edmonton, la ciudad decidió cambiar el nombre de la autopista que conduce al pabellón, ahora se llama "Wayne Gretzky Drive". Además levantó una gigantesca estatua del jugador en la puerta.


Tras su retirada Gretzky se enroló en el equipo técnico de la selección canadiense que consiguió el oro en las olimpiadas de Salt Lake City. A este éxito, siguió el campeonato del mundo de 2004 que Canadá ganó a Finlandia, con Wayne como director ejecutivo. Hoy en día es co-propietario de los Coyotes de Phoenix, equipo de la NHL. Además sigue siendo un icono y mantiene contratos publicitarios con empresas como Pepsi-Cola, Ford, Nike, McDonald´s o JVC. Entre otras cosas, ha puesto en marcha una Fundación que se dedica a ayudar a los niños más necesitados de Norteamérica y los introduce en el mundo del hockey. Gretzky también participa en muchas otras iniciativas solidarias.


Algunos de sus logros:
· 20 temporadas en activo.
· 4 Stanley Cup.
· 3 Canadá Cup.
· 2 veces MVP de los playoffs.
· 9 veces MVP de la temporada regular.
· 10 veces máximo goleador de la NHL.
· 5 premios al juego limpio.
· 8 veces elegido en el mejor equipo.
· Lidera la clasificación histórica de goles, asistencia y puntos en temporada regular y en playoffs.

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