Bronislau "Bronko" Nagurski nació el 3 de Noviembre de 1908 en International Falls, Canadá, aunque a veces se le reconoce como ucraniano debido a que sus papás eran originarios de ese país. Cuando era pequeño, su familia se fue a vivir a Minnesota y fue ahí donde empezó su carrera de futbolista desde que sobresalió en el equipo de la universidad.
Bronko fue descubierto por el entrenador principal de la Universidad de Minnesota, Clarence “Fats” Spears; gracias a él, Bronko obtuvo una beca para poder participar en el equipo colegial. Jugó en Minnesota desde 1927 a 1929, donde fue considerado como un All-American en tacleo a la defensiva y fullback en la ofensiva.
Uno de sus mejores juegos en el futbol colegial fue contra la Universidad de Wisconsin en 1928 donde, aún teniendo una vértebra lastimada, recuperó un balón suelto en su territorio y corrió seis veces consecutivas para anotar el Touchdown que logró que su equipo se pusiera a la delantera. También en ese partido, interceptó un pase que marcó la victoria para su equipo. En el tiempo en el que él jugó para ese equipo, lograron ganar el campeonato BIG TEN CONFERENCE.
En 1930 empezó su carrera profesional jugando para los Osos de Chicago, donde estuvo hasta 1937. Sus características físicas (gran altura) se convirtieron en habilidades para su profesión, logrando llevarse a su paso a varios tacleadores al mismo tiempo. En ese tiempo, cuando se esperaba que todos los jugadores tuvieran habilidades tanto de ofensiva como de defensiva, él demostró ser excelente jugador en ambos lados del balón.
Aún cuando estaba herido, prefería salir al campo como jugador ofensivo en lugar de quedarse sentado en la banca; gracias a esto, él es el único jugador en la historia de la NFL que fue nombrado como All-Pro en las tres posiciones que no patean dentro del equipo de futbol.
Una de sus hazañas que más prevalece con el paso del tiempo es cuando anotó en una carrera durante un juego contra los Pieles Rojas de Washington, noqueando a dos linebackers en direcciones opuestas, eliminando a un defensa más y logrando avanzar a la línea de anotación.
Aparte de ser un gran futbolista profesional, también se dedicó a la lucha profesional y fue campeón por tres veces del campeonato mundial de peso pesado.
Debido a la Segunda Guerra Mundial, muchos atletas profesionales dejaron de jugar y por tanto, Bronko regresó a los Osos de Chicago por una temporada más. Ganó el campeonato contra los Pieles Rojas de Washington, donde anotó un touchdown.
Aparte de ser jugador, siguió participando de manera activa en el fútbol como entrenador de UCLA en 1944 por una temporada, hasta que dejó este deporte y se enfocó a las luchas hasta retirarse en 1960.
Después de retirarse, regresó a su natal International Falls, Canadá y abrió una estación de servicio; de donde volvió a retirarse en 1978 al cumplir los 70 años. A partir de este momento, vivió una vida muy tranquila y pasó desapercibido hasta su muerte en 1990. Su cuerpo se encuentra en el Cementerio de San Tomás en Canadá.
Bronko fue elegido como miembro del Salón de la Fama de Fútbol Profesional en 1963 y la Universidad de Minnesota se creó una fraternidad en su honor, Sigma Chi, donde su jersey sigue siendo mostrado.
Después de su muerte, el pueblo de International Falls le rindió honor abriendo un museo (“Bronko Nagurski Museum”); es importante mencionar este dato ya que éste es el único museo dedicado en su totalidad a un solo jugador de fútbol.
Gracias a su desempeño jugando para Minnesota, la revista Sports Ilustrated lo nombró como uno de los mejores atletas en la historia del estado. En 1993, la Asociación de Escritores de Fútbol de Estados Unidos creó un trofeo en su honor (Bronko Nagurski Trophy), otorgado al mejor jugador defensivo del Fútbol colegial. También, en 1999, Sports Ilustrated lo eligió como jugador defensivo para el equipo del Siglo y fue ranqueado como el #35 en la lista de los 100 mejores jugadores de fútbol. En el año 2000, fue votado como el segundo mejor atleta originario de Minnesota para el siglo XX por los escritores deportivos del Star Tribune.
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